( English version below ) Jamás escuché a mi padre hablar de la incertidumbre laboral. Con una situación familiar difícil, se esforzó mucho para llegar a ser ingeniero porque sabía, con total seguridad, que el título le abriría la puerta a un buen trabajo, bien remunerado, estable y con una progresión ascendente. Con su título bajo el brazo consiguió trabajo en un fabricante automotriz y trabajó allí hasta su jubilación, dándonos una vida mucho más fácil que la suya. No sé si pasó por su cabeza la posibilidad de perder ese trabajo. Sé que su caso es uno más de mucho parecidos. Después de entrevistar a numerosos profesionales de edades comprendidas entre los 25 y los 60 años, y sin la intención de hacer de eso una estadística, está claro que la incertidumbre está presente en nuestras vidas y en una medida cada vez mayor. Cómo nos afecta dependerá de nuestra experiencia, formación y situación personal; pero ahí está. El filósofo y sociólogo Zygmunt Bauman, en su Moder...